El “mármol rojo” o “mármol de Ereño”, esta caliza roja es de las que hipnotizan de una forma como pocas otras piedras saben hacer. Esta piedra ha dejado una huella que perdura en el tiempo en el área de Bizkaia. Ya sea en el ámbito cultural como en el ámbito geológico, es una piedra que hipnotiza.
De hecho, en los últimos años son muchas las instituciones tanto locales como científicas las que han trabajado para que se le dé la valoración que merece. Están buscando no solo protegerla sino también asegurarse de que el valor geológico y también cultural que tiene sea reconocido y preservado para las generaciones que van a venir. Todo este esfuerzo ya tiene sus frutos: los frutos son una lista de nada menos que 55 rocas declaradas por el Patrimonio Internacional por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS). La caliza roja de Ereño, tiene el protagonismo que merece.
Desde Marmolux queremos hablarte sobre ella, sobre esta joya roja que se asocia ya a varios monumentos, a varias edificaciones históricas y que ha permitido, de hecho, que se asocie con el gran prestigio y la durabilidad que tiene. Sin embargo, a pesar de todo, y como vas a ver, no es solo un testimonio vivo de la tierra, también es un símbolo de fuente, de identidad y de patrimonio de la región.

La historia de la caliza Rojo de Ereño
Para entender completamente la importancia que tiene esta piedra, es importante conocer cuál es su origen. Como siempre ocurre, esta roca comenzó a formarse hace nada menos que unos 115 millones de años, en un contexto geológico muy distinto al actual, como es normal de entender. Todo esto ocurrió en el período del Cretácico, donde Bizkaia era una región que estaba sumergida en el mar, concretamente en el mar subtropical. Justo en este ambiente fue donde se depositaron los sedimentos que, con el tiempo, se hicieron caliza.
¿Qué es lo que hace único el valor de esta piedra? Es su color. Un color que varía entre tonos rojos y tonos anaranjados. Todo ello, debido a la filtración de óxidos de hierro en los sedimentos originales. El color es capaz de convertir a una simple piedra en una piedra muy atractiva, pero no es solo esa estética lo que la hace ser tan valiosa y codiciada. Dentro de su composición, la caliza Rojo Ereño tiene muchos fósiles, entre rudistas, unos moluscos ya extintos que habitaron los mares hace millones de años.
Estos fósiles son un testimonio de la fauna marina que existía en aquella época y convierten a la caliza Rojo Ereño en una roca excepcional desde el punto de vista geológico. Sencillamente, es como si fuera un libro abierto que nos abre un mundo de posibilidades ante lo que es, un mar por descubrir.
“Esta piedra nos ofrece una ventana única al pasado geológico de la Tierra”, comenta Laura Damas, la reputada geóloga de la Universidad del País Vasco que ha estudiado como pocos otros, el poder de esta piedra tan querida por todos. “Los bloques de esta piedra tienen una gran riqueza fósil, lo que la convierte en una fuente excepcional de información sobre la vida marina del Cretácico”, subraya. La importancia de esta roca, por tanto, va más allá de su valor estético, también está justo en su capacidad para dar una visión detallada sobre los ecosistemas marinos de hace más de 100 millones de años.
El “Mármol Rojo Ereño”: reconocimiento
El apodo de “mármol de Ereño” se debe al parecido de la caliza roja con el mármol, una de las piedras más nobles y queridas de toda la historia de la humanidad. La ciudadanía de Bizkaia comenzó a llamar a esta roca “mármol” ya que se parece mucho y además, está muy cerca de la principal cantera de extracción, una cantera que está, como no podía ser de otra manera, en el municipio de Ereño. A lo largo de los años, esta caliza Rojo Ereño ha sido utilizada en una gran cantidad de edificios y monumentos, tanto dentro de España como en el extranjero. Todo ello ha hecho que su verdadero valor, todo lo que representa y seguramente representará en el futuro, sea hoy un reflejo de su magnitud.
Los romanos fueron los primeros en usar la caliza Rojo Ereño de manera importante, sobre todo gracias a su color carmesí, que simbolizaba poder, riqueza y esplendor. A lo largo de los siglos, la piedra se empleó en edificios históricos y monumentos en Bizkaia, y también en otras regiones de España, como la biblioteca de Santander, el parlamento de Murcia o el Congreso de los Diputados en Madrid. Además, la caliza Rojo Ereño se encuentra en algunos de los edificios más conocidos del mundo, como la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el teatro Colón de Buenos Aires y la sede de la ONU en Nueva York. Es decir, monumentos y edificios que no solo tienen un gran valor arquitectónicamente hablando, sino que también tienen un gran valor de materia cultural, ya que se trata de edificios de mucha importancia en el contexto histórico.
Este uso extendido de la caliza Rojo Ereño a lo largo de los siglos refleja su importancia no solo en la arquitectura regional, sino también en la internacionalización de la piedra. Aunque no tuvo una distribución muy importante fuera de España, su presencia en edificios tan importantes demuestra que ha sido valorada por su belleza y durabilidad. Este prestigio, unido a su valor geológico, ha sido fundamental para su inclusión en la lista de rocas Patrimonio Internacional de la IUGS.
Reconocimiento internacional: un paso hacia la protección
La IUGS, fundada en 1961, es una de las organizaciones científicas más importantes del mundo en el ámbito de las ciencias geológicas, y su lista de rocas Patrimonio Internacional incluye algunas de las piedras más famosas y valiosas del mundo, como el mármol de Carrara o el mármol de Makrana. La caliza Rojo Ereño se unió a esta lista en reconocimiento a su valor geológico y cultural. Una distinción que no solo refuerza la importancia de la piedra en el ámbito científico, también enmarca de lleno la necesidad de proteger y conservar este recurso natural.
Aunque la inclusión en esta lista no implica una protección legal directa, sí genera conciencia sobre la importancia de este mármol, lo que podría fomentar iniciativas locales para su conservación y protección. Asier Hilario, que es el presidente de la Comisión Internacional de Patrimonio Geológico de la IUGS, señala que este reconocimiento es muy bueno ya que atrae miradas internacionales. “Las canteras, en particular, son espacios que a menudo se dejan en el olvido, pero tienen un gran potencial para contar historias que conectan la geología, la historia y la cultura”, afirma Hilario.
Por su parte, Laura Damas, quien ha sido una de las principales defensoras de la inclusión de esta caliza en la lista, considera que este reconocimiento es un avance significativo. “El hecho de que la caliza Rojo Ereño esté ahora en este registro internacional es un paso muy importante para su conservación. No solo se protege un valioso recurso natural, sino que también se preserva una parte de nuestra identidad cultural”, explica Damas. La entrada en este registro asegura que la piedra sea valorada y protegida como merece, garantizando que las futuras generaciones, nuestros hijos, nietos y bisnietos, puedan seguir disfrutando y aprendiendo de ella.
La revalorización local: un proyecto de conservación y turismo
En los últimos años, las autoridades locales han trabajado arduamente para revalorizar la cantera de Andrabide, que está en el municipio de Gautegiz-Arteaga, donde se extraía la caliza Rojo Ereño. Durante muchos años, la cantera no se usaba y además se vio afectada por la maleza y el vandalismo. En algunos momentos, incluso fue utilizada como vertedero. Sin embargo, el trabajo conjunto de los ayuntamientos de Ereño y Gautegiz-Arteaga ha permitido iniciar un proceso de recuperación para darle de nuevo el valor que en verdad tiene.
El proyecto incluye la creación de miradores, pasarelas y un aparcamiento, con el objetivo de convertir la cantera en un espacio tanto para los habitantes locales como para los turistas. El proyecto, tan importante como el que más, también busca educar al público sobre la importancia y cultura de la caliza Rojo Ereño, al mismo tiempo que ofrece un atractivo en la región. Además, esta cantera se ha convertido en un espacio para actividades culturales y artísticas. Una forma de aprovechar todo lo que nos da la tierra, enseñar y dar el verdadero valor que tiene.
Uno de los proyectos más interesantes que ha surgido en este contexto es el denominado “Sintonía arrecifal”, un espacio expositivo ideado por los artistas vascos Rober Garay y Albert Palomera, que fusiona arte, naturaleza y patrimonio. Un proyecto que busca algo más que rendir homenaje a la caliza Rojo Ereño, también pretende inspirar nuevas formas de expresión artística basadas en un elemento que ha visto pasar milenios. Se ha impregnado de la energía de los siglos y ha forjado su propia piel.
Todo al rojo
La caliza Rojo Ereño no es la única piedra de Bizkaia que ha alcanzado un reconocimiento internacional. El mármol negro de Markina, conocido como “Negro Markina”, también tiene grandes posibilidades de ser incluido en el registro de rocas Patrimonio Internacional de la IUGS.
Proveniente de la provincia vecina de Castellón, el mármol rojo de la zona es otro de los más codiciados y reconocidos, por lo que también tiene gran reputación. Se caracteriza por su color rojo intenso, con veteados blancos y dorados, lo que lo convierte en una opción muy demandada para la realización de elementos decorativos y detalles arquitectónicos de alto valor estético.
La Caliza Rojo Ereño es símbolo y una identidad
Mucho más que una piedra; es un símbolo de la historia geológica de la Tierra, un tesoro cultural de esta zona de España y un patrimonio natural que debe ser protegido y preservado. A medida que esta roca asciende hacia el estatus de mármol, su revalorización ofrece una oportunidad para que las futuras generaciones disfruten de su belleza, aprendan sobre su historia y reconozcan su importancia. La inclusión de la caliza Rojo Ereño en la lista de rocas Patrimonio Internacional de la IUGS es solo el comienzo de un proceso de conservación y promoción que contribuirá a asegurar su lugar en la historia geológica y cultural de la humanidad.